jueves, 19 de diciembre de 2013

Los amores interrumpidos abruptamente siguen viviendo en nuestro corazón, no como brazas agonizantes, sino como horrorosas llamas que queman cada noche. No hay mejor amor que el que nunca ha sido. Los romances que alcanzan a completarse conducen inevitablemente al desengaño, al encono o a la paciencia; los amores incompletos son siempre capullo, son siempre pasión.

Cuanta verdad.

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