viernes, 30 de agosto de 2013


Para decirte que es tu abrazo el que me hace sentir vivo y tu sonrisa es aquel dispositivo que ejecuta mi entusiasmo. Tendrías que irte enterando que no hay goce semejante que tu corazón gigante se acueste en el cuarto de al lado. Que risueño, triste o chinchudo, tenerte cerca me ayuda. Porque pa’ mí ha de ser perfecto que seas el hijo de mis viejos. 

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