Que ridículo es que pienses
que todo es tuyo, inclusive yo.
Todo eso tuyo puede ser
pero esta noche es para los dos
Quizá fue la mañana en que vendados los dos
descubrimos cómo eran las cosas
y sin abrir los ojos nos teletransportamos
a donde desearíamos estar.
Entonces besas el hechizo
que me obliga a arrastrarme
entre Guinea y tus sabanas.
Nuestra sociedad no ayuda mucho
mientras la pasas bien yo lucho.

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